martes, 27 de septiembre de 2011

La pintura de las cosas del mundo



Proyecto seleccionado a la convocatoria SEGUNDO SALON METROPOLITANO DE ARTES VISUALES  2011 .  Floridablanca.

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“Si observas algunos muros sucios de manchas o construidos con piedras dispares y te das a inventar escenas, allí podrás ver la imagen de distintos paisajes, hermoseados con montañas, ríos, rocas, árboles, llanuras, grandes valles y colinas de todas las clases. Y aún verás batallas y figuras agitadas o rostros de extraño aspecto, y vestidos e infinitas cosas que podrías traducir a su íntegra y atinada forma. Ocurre con estos muros variopintos lo que con el sonido de las campanas, en cuyo tañido, descubrirás el nombre o el vocablo que imagines”

Leonardo da Vinci. TRATATTO DELLA PITTURA.

LA PINTURA DE LAS COSAS DEL MUNDO

Actualmente en las ciudades existen lugares que permanecen en estado de abandono o descuido por parte de sus dueños o residentes, bien sea por razones económicas o disposiciones legales que crean una situación en la cual no es viable o rentable invertir en su cuidado. Tal es el caso de las fachadas de casas en los barrios más antiguos de la ciudad, en las cuales la pintura de sus paredes se cae a pedazos, siendo esto ya un paisaje común que hace parte de la cultura, pero sin ser valorado realmente porque estas construcciones son derribadas y desaparecen súbitamente ante las propuestas de inversionistas de vivienda, de comercio o de megaproyectos viales, los cuales crean paisajes desligados de su historia y su entorno natural.

A partir de esta observación, noto que la memoria en nuestras  ciudades es muy frágil y puede ser olvidada fácilmente. Cada pared tiene su historia y se refleja en los diferentes colores con que ha sido pintada y en las huellas que sobre ella ha dejado el tiempo y las personas que la transitan.
Antiguamente nuestras casas y calles contaban con espacios grandes y acogedores, ambientes naturales como amplios patios y jardines donde los cantos de los animales arrullaban  nuestros sueños.
Hoy día, se derrumban esas casas viejas para dar paso a grandes edificios llenos de pequeños habitáculos de cemento donde no hay espacio para las historias que  contaban los abuelos sentados en las entradas de las casas viendo pasar a los vecinos y al tiempo, bajo el árbol propio que regalaba su sombra fresca, la música de sus pájaros y sus aromas.

Propuesta
Con este trabajo quiero en hacer visible la historia de nuestras calles resaltando la memoria oculta en las paredes mediante imágenes que surjan de esos quiebres, grietas y desprendimientos de la pintura, al tiempo que  cuestiono las relaciones entre urbe, progreso y naturaleza, y reviviendo los imaginarios de los habitantes de ese lugar en relación con la historia propia y la de quienes los precedieron.
La propuesta presentada es la fotografía de una  intervención que realicé en el  Barrio Alfonso López de Bucaramanga, en la cual visibilizo el dibujo de un pájaro utilizando una plantilla y bisturí, extrayendo capas de pintura hasta develar las huellas ocultas en las paredes.



Proceso

Me gusta llevar el registro fotográfico de los muros y paredes viejas en las ciudades,  porque encuentro allí cuestionamientos y respuestas a lo que le sucede a las sociedades contemporáneas, donde la estética de la decadencia y el abandono es la que mejor refleja los fenómenos de transformación económicos, políticos y culturales de un lugar. Siguiendo este proceso, me encuentro con este paisaje común en muchas ciudades de Colombia y Latinoamérica, dado que en nuestros países no es prioridad  otorgar importancia a la conservación del patrimonio inmueble.

Específicamente en mi ciudad, Bucaramanga y su área metropolitana, es fácil descubrir  estos paisajes pictóricos que surgen de las paredes que parecieran deshojarse en frágiles capas de colores. Ante esta  circunstancia  me propuse señalar esa historia oculta que va desapareciendo diariamente a gran velocidad al dar paso a las nuevas construcciones en la  continua metamorfosis urbana.

Al señalar estas paredes hago referencia a la pintura que se encuentra en lo que nos rodea, a la pintura de las cosas del mundo. Es una pintura silenciosa, pero no como el gesto de una pincelada, sino como delgadas capas que recubren los muros o los objetos y que se han ido cayendo develando el color que han tenido a través de los años, formando composiciones de colores, formas, texturas y marcas, revelando una historia y una memoria de sucesos allí ocurridos.


El proceso pictórico o de dibujo en este caso fue un proceso de extracción de capas de pintura para crear o completar composiciones y a partir de formas y colores ya existentes en las paredes. Las formas delineadas fueron aquellas producto del raspado o cortado de láminas de pintura seca con bisturí sobre la pared.

Con el proyecto LA PINTURA DE LAS COSAS DEL MUNDO busco develar el paso del tiempo sobre los objetos del mundo, en un supuesto progreso que olvida al hombre y su relación con el entorno natural. En este caso las paredes viejas son el legado arquitectónico de nuestra ciudad que se encuentran en estado de abandono, y busco propiciar nuevas miradas y lecturas sobre ellas cuestionando nuestra forma de habitar el territorio.

Finalmente como lo que queda es el registro - antes de que estas paredes sean derruidas-  decidí tomar una fotografía  al resultado de la acción porque lo más probables es que estos muros sean derribados y sustituidos por nuevos monumentos al concreto.

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