Caminos de la memoria

Huída

 

Escapando de mi ciudad, a nueve horas de viaje ...este mágico lugar sin tiempo

Gacela de la huida.

Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas,
con la lengua llena de amor y de agonía.
Muchas veces me he perdido por el mar,
como me pierdo en el corazón de algunos niños.

No hay noche que, al dar un beso,
no sienta la sonrisa de las gentes sin rostro,
ni hay nadie que, al tocar un recién nacido,
olvide las inmóviles calaveras de caballo.

Porque las rosas buscan en la frente
un duro paisaje de hueso
y las manos del hombre no tienen más sentido
que imitar a las raíces bajo tierra.

Como me pierdo en el corazón de algunos niños,
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua voy buscando
una suerte de luz que me consuma. 

                                      

Federico García Lorca
 

FLUIDOS PICTÒRICOS. Instalación 6m x 1m x 3m. Papel, agua, pigmentos, cerámica

.
La propuesta es una mirada a la condición femenina desde diferentes dimensiones como la fertilidad, los ciclos vitales, los roles impuestos y los diversos tipos de violencia que acontecen sobre el cuerpo de las mujeres, a través de una imagen metafórica que se hace presente en materiales fràgiles y efímeros.

 Instalación está conformada por 9 vestidos de papel translúcido y platos cuadrados de ceràmica los cuales presentan un fluido Contenido, que alude a conexiones entre cuerpo y violencia, cuerpo y política, violencia doméstica, violencia disimulada, violencia contenida, violencia aséptica, violencia olvidada, impunidad con un tratamiento estético, la formalidad cuidada, el brillo, la delicadeza, los cuerpos anónimos, camuflando la repulsión que puede suscitar el referente a la crudeza carnal

El líquido contenido es simulado a partir de agua y pigmentos naturales, el cual se va evaporando con el transcurrir de las horas, dejando su huella en una mancha cuadrada de polvo rojo adherido a los platos. Así el acontecimiento efímero deja su marca ,donde se va camuflando al perder la humedad y el brillo.  El fluido inicial va desapareciendo hasta confundirse en una vajilla cotidiana, donde vuelve a ser olvidada.